Quizás habrás oído hablar levemente del síndrome de Noé, y no tienes claro cómo funciona, o quizás no tienes ni idea de qué va el asunto (totalmente normal, no aparece prácticamente en ningún libro de gatos), pero has entrado por curiosidad, porque tienes o porque quieres adoptar un gato. Pues bien, a continuación te explicamos todo lo que quieres saber.
Índice
¿Qué es el síndrome de Noé?.
El síndrome de Noé es un trastorno que se caracteriza por la acumulación extrema de animales; y no, si tienes cuarenta tazas de gatos o quince relojes de gatos, no te preocupes, que sólo eres una persona fanática de los gatos .
Se dice que todo en exceso es peligroso (si bebes más agua de la cuenta, te ahogas… ¡chistaco!), de hecho existe una palabra para que resume esto mismo: Adicción, que según la RAE significa “afición desmesurada a algo”.
Por lo tanto, si nos atenemos a esa definición el síndrome de Noé es la adicción a tener demasiadas mascotas.
¿En qué consiste el síndrome de Noé?
El síndrome de Noé consiste en estar tan enamorado de las mascotas, que paradójicamente se adoptan más de las que se es capaz de cuidar correctamente. O en otras palabras, prácticamente el amor por los animales acaba en obsesión y maltrato directo o indirecto.
Síndrome de Noé y gatos, ¿qué ocurre?.
Cuando ocurre con los mininos, el síndrome de Noé te convierte en la loca de los gatos de los simpsons, así que si te gustas tal y como eres y amas a tu gato o gata, deberías seguir leyendo este artículo.

No obstante, si amas muchísimo a los gatos, no debes de preocuparte si tienes unos cuantos pares de calcetines de gatos, o alguna que otra camiseta de gatos o incluso una diadema de orejas de gatos, esos no son los síntomas del síndrome de Noé. Los verdaderos síntomas os los comentamos a continuación.
Síntomas del síndrome de Noé.
El desorden en demasía es uno de los primeros síntomas que comienza a manifestarse y que con el tiempo puede evolucionar en el síndrome de Noé. Aunque el desorden moderado en la adolescencia suele ser normal (y no lo deberías tomar como excusa para no recoger tu cuarto…). En edades adultas puede ser un pequeño indicio de que algo nuevo se puede estar fraguando.
A medida que la persona avanza envejece, otro síntoma identificativo es si comienza a adquirir cosas para las que no suele haber ni espacio ni necesidad.
No hace falta que te ponga un gif de un gato negro para saber que si esto anterior empieza a ocurrir a tí o a conocidos, deberías tener la precaución de consultarlo con algún especialista porque pueden ser los indicios de que algo está pasando.
El síndrome de Noé afecta también a la conducta, los pensamientos, las emociones y por consiguiente a las acciones que el individuo realiza. Así que si analizas a la persona detenidamente, es posible que puedas descubrir otro síntoma que es el progresivo cambio de personalidad.
Resumiendo, los síntomas más relacionados con esta enfermedad pueden ser:
- Imposibilidad de desprenderse de posesiones (aunque sean absurdas).
- Irritabilidad si otras personas tocan las posesiones.
- Espacios de vida muy desordenados.
- Extrema angustia si un animal tiene que irse.
- Soledad extrema.
- Evasión de la socialización.
Como el lector habrá identificado, el síndrome de Noé está muy relacionado con el síndrome de Diógenes, e incluso pueden compartir síntomas.
Causas del síndrome de Noé.
Se cree que el síndrome de Noé puede estar asociado a trastornos neuróticos, psicóticos, adictivos, cuadros depresivos o trastornos de personalidad como el maníaco-depresivo.
De la misma manera, se cree que puede ser causado por personas con enfermedades relacionadas con la edad, como la demencia o el Alzheimer.
No obstante, la principal causa se estima que aparece en individuos con un sentimiento elevado de soledad. Ya que suelen ser personas sin redes sociales, sin familia y de edades avanzadas. Se les entiende como a personas con problemas de sociabilización, de ahí que les sea más fácil relacionarse con animales que con humanos.
Este trastorno se relaciona con personas perfeccionistas, extremadamente exigentes consigo mismas que incluso pueden sufrir ansiedad si no hacen lo que creen que es correcto.
Así que si de vez en cuando notas que tienes este tipo de cuadros de ansiedad (que no cuadros de gatos XD), píllate un par de tazas con gatos, tómate una tila de vez en cuanto, o incluso cómprate el reloj de gato Felix y oblígate a estar unos minutos sin pensar ni hacer nada, te vendrá bien.
Consecuencias del síndrome de Noé.
Las consecuencias siempre son las misas, las personas que padecen el síndrome de Noé acaban compartiendo sus vidas con hasta cientos de animales (y creednos, no existen ni areneros de gatos tan grandes, ni tantos juguetes de gatos ni transportines que quepan en una casa normal), en unas condiciones de higiene del gato (o del perro) y del humano penosas.
La mayoría de los casos relacionados con el síndrome de Noé llevan a perjudicar extremadamente la alimentación del gato (o del perro), encontrando casos de grave desnutrición o enfermedades tipo deshidratación o infección parasitaria.
Los animales suelen desarrollar problemas de comportamiento (temor o agresividad excesivos) debido al estrés de vivir en dichas condiciones.
Por otro lado, el humano acaba por aislarse socialmente y abandonarse físicamente y mentalmente. De esta manera, se llegan a padecer enfermedades debidas a la baja higiene con la que se convive. También puede producir una conducta agresiva al recibir ayuda.
Tratamiento del síndrome de Noé.
A día de la escritura de este artículo y lamentablemente, os tenemos que comentar que la única actuación que existe en el tratamiento contra el síndrome de Noé consiste en quitar los animales al afectado por parte del organismo público correspondiente (y aunque parezca que nos hemos tomado la dosis de catnip diaria de nuestro gato, es totalmente serio).
El problema es que al no reconocer el perjudicado su enfermedad, sobre la persona no se actúa de ninguna forma. Y con el tiempo, pues obviamente, esta persona enferma vuelve a reincidir.
Por ello, desde aquí os incitamos a que nos dejéis en la caja de comentarios qué os parece esta actitud de las entidades públicas Cuando está reconocido como una enfermedad, ¿por qué no se actúa sobre ella?.
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¿¿nos echas una patita??. Mil gracias por adelantado. =^.^=
Buen articulo.Mi madre empezo seriamente a acumular animales,hace 25 años cuando se jubilo,siempre tuvo perro,gatos,canario ect antes de jubilarse,al dia de hoy vive aislada en una casa y tiene un ciento de gatos 4 perros y da de comer a todo bicho viviente cuanto ve.Cuida 7 caballos de una vecina,conejos de otro vecino y da de comer tambien a los pajaros,tuvo 2 erizos que aparecieron muertos y cria año tras año gatos a destajo.Luego sabe Dios los parasitos que tiene en el cuerpo.Y el problema de todo,vas a pedir ayuda y no te hacen ni puñetero caso,hoy te dicen a y mañana te dicen b.Cada 15 dias voy y realizo limpieza general y les llevo comida y poco mas se puede hacer por desgracia y lo peor de todo que al final empiezas a verlo todo con normalidad….ya que si no coopero eso seria un desastre y una ruina y mientras tanto hacer que no pasa nada y la familia sabiendo el problemon que hay,te dicen que la deje porque asi es feliz.Pido informes medicos y dicen los medicos que para eso mi madre tiene que firmar un conforme y si no esta bien de la cabeza…..entonces te dejan a la deriva sin mas…..
Francisco, desde aquí te damos todo el apoyo y energía posible. Pero no te rindas. La ineptitud de los políticos y médicos en este caso es totalmente increíble.
Esto es una enfermedad que debe ser tratada, lo dicho, ¡mucho ánimo y mucha fuerza!. Tarde o temprano darás con algún profesional que te escuche.
Un abrazo.
Tengo un buen amigo, que por circunstancias que desconozco ha pasado en 5 años de no tener mascota a tener inicialmente una pareja de gatos, que tuvieron 3 crias, con las que se quedó.
Actualmente convive con 13 gatos, él dice que se encuentra bien y que es su opción vital, yo creo que por algún motivo se encuentra triste, o deprimido y adopta gatos de forma compulsiva, pero realmente desconozco que ayuda se le podría prestar, sin que sufran los gatos tampoco…
Por favor, ¿Podrías decirme donde me puedo dirigir, que pudieran prestarnos ayuda?
Gracias.
Hola Flor!.
La verdad es que hay una muy delgada línea que separa el amor por un animal y la obsesión.
Normalmente cuando hay obsesión puede venir derivada tal y como dices de algún problema emocional más profundo.
En estos casos lo más aconsejable es dirigirse en primer lugar a un psicólogo especialista del tema (que aquí por desgracia ninguno lo somos) para que pueda llegar a la raíz del problema.
Y una vez atajado esto, lo interesante es que el protagonista de tu historia llegue a tener consciencia de su situación, y en ese caso meditar qué hacer, si ponerlos en adopción o incluso mantener a los animales, pero siempre siendo consciente de lo que está pasando.
En fin, no te podemos ayudar mucho más. Ojalá que podáis encontrar una solución pronto.
Un abrazo.